sábado, mayo 02, 2009

ATAQUE DE CUCARACHA ESTRATEGA O CRONICA DE UNA DESGRACIA HOGAREÑA

INICIO.
Viernes. La ciudad está tranquila y se respira aire fresco sin virus. Se celebra el día del trabajo y en paradoja no se trabaja. Decido trabajar. Labores del hogar.

DESARROLLO.
Durante casi 5 horas barro, trapeo, acomodo cajas, lavo platos, lavo el baño y lavo ropa aprovechando que el sol está poderoso. Cocino una pasta, le tomo fotos y las posteo (las imágenes pueden verse más abajo). Me atraganto. Descanso, leo un poco de tonteras. Diseño un rato, me baño y me dispongo a salir. Y aquí viene la catástrofe. Lo que parecía un día perfecto se torna en una oscura pesadilla.

CLIMAX.
Una cucaracha estratega entra corriendo. Cojo la escoba que está a unos metros y la persigo. Ella busca refugio y el baño le sienta bien. Se esconde tras la taza y le lanzo el proyectil con cerdas de plástico barato. Mi mala puntería atina exactamente en la manguera que abastece de agua a la caja de la taza. La manguera cede al madrazo y uno de sus extremos se revienta. Un chorro incontenible de agua comienza a inundar el baño, la sala, el hogar por completo.

DESENLACE.
La pendejéz se apodera de mi ser. Han pasado 10 o 15 segundos desde que el agua se está tirando. La pendejéz se toma un break y me viene la gran idea. Corro al exterior y giro la llave de paso que abastece de agua a la vivienda. Escucho que el chorro disminuye. Entro y el nivel ha subido 2 centímetros en la sala. Levanto las cosas del piso que ahora se han mojado e intento sacar el agua con escoba. Chariux llega en mi auxilio y ambos comenzamos con labores de rescate. En el ajetreo veo a la fierecilla que ha ocasionado la desgracia nadando, luchando por su vida. Tengo ganas de electrocutarla o darle un baño de ácido muriático, pero no tengo con qué electrocutarla y no tengo ácido muriático y además el agua sigue avanzando. La situación no permite recesos. En su afán desesperado por sobrevivir, calcula mal el pataleo y choca con una pared. Se desmaya. "Ya nos veremos las caras, culera" pienso. Después de 2 horas y con la ayuda de una escoba, un jalador, cubeta, jergas y trapos hemos secado por completo. Las cajas están en proceso de secado bajo ventilador. El piso se encuentra reluciente de limpio y la cucarcha ha desaparecido. No sé nada de ella. Le deseo un destino fatal.

EPILOGO.
Esa alimaña actuó de forma totalmente intencional. Puedo asegurar que planeó todo el incidente meticulosamente, con escape incluído, y para ello aprendió a nadar. Se le veía destreza y determinación. Tipo atleta olímpico. Hace poco más de 3 meses otra cucaracha elaboró un plan para que yo, en un torpe intento de asesinato, diera muerte a mis lentes, pisándolos durante la persecución. Ella escapó volando.

6 comentarios:

Arissa dijo...

Y todo hubiera sido tan sencillo si tuvieras un raid max a la mano.

Celeste Laviani dijo...

Todo por no tener un gato en casa. Digo, al menos ya hubiera matado a la "cúcara" y te la dejaría de "regalo" encima de la cama...
¡Guacs!
¡Excelente crónica, Bibixo!

Xango dijo...

MMMM alguna conspiracion KafKiana en tu contra hermano????
ya ves que esta de moda el panico colectivo jejejejeje
Buenas Vibras Xangueras

Sebs dijo...

Cucara, matara, titere, FUE =)
Saludos

Sandy Manrique dijo...

Jajajajajajaja. Adoro las anécdotas bien contadas. No cabe duda que del diario vivir se originan los mejores cuentos.

bixo dijo...

Gracias vatos, por pasar. Abrazo de oso para todos.