Otra vez tengo una tos digna de documental. Aquí en mi lugar de trabajo, a unos cuantos metros, ciertas personas externas a la oficina me ven de reojo, y los menos discretos voltean cada vez que mi sonora garganta hace lo suyo. Preparo la pistola de insultos para propiciarles una frase made in tepito. Me calmo. Ellos están aquí, invadiendo mi espacio, resolviendo unas pruebas tontas para ingresar a esta compañía. Esa es mi venganza. Ojalá ingresen. No saben la que les espera. Vuelvo a toser como tuberculoso en vías de mortandad, pero esta vez, les propicio una malévola sonrisita a todos ellos.
martes, junio 30, 2009
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2 comentarios:
Jajajaja zawebo! Hubieras acompañado la sonoridad de tu garganta con un vistoso cartel que dijera "Disculpen.Soy tuberculoso"
como para soltarse un buen gallo verdoso jajajajajaaa
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