La próxima semana comienza el (según) carnaval "más alegre del mundo". Dudo mucho que sea siquiera el más alegre de México, pero lo que sí me consta, es que el carnaval veracruzano es uno de los más puercos. Las calles del puerto quedan llenas de basura y olores a meados. El tráfico de pone pesado, ruido por doquier. El reguetón retumba a todo lo que da. Los grupos de los que, despues de 6 cervezas se creen capaces de rajarle su madre hasta a la mismísima estatua de Cuahutémoc, abundan. Y varias joyitas similares.
Esto trae consigo efectos secundarios como las constantes inundaciones por la acumulación de desperdicios que obstruyen el alcantarillado, y éstas a su vez, generan más tráfico, pavimento tipo campo minado con sus colosales boquetes, carros averiados, etc.
"El carnaval ya no es lo mismo de antes..." dice la gente mayor, "...la tradición se perdió..." Y bueno, el carnaval, la Candelaria en Tlacotalpan, los días de muertos en Naolinco, y varias festividades del estado son harina del mismo avejentado costal. Nos encanta la cultura del desmadre irracional y desbordado.
A propósito del tema y sin afán de sonar moralino o ambientalista-snob, me encontré con unos sitios que pueden servir para reciclar la basura, que en estas fechas, promete ser un chingatamadral. Sobre todo, latas, botellas de plástico y envases caguameros de vidrio.

Envases de vidrio. (pícale acá)

Latas de aluminio (acá)

Listo... si tu eras fan de Cositas, no niegues tu pasado y anímate a elaborar divertidos ceniceros, macetas, portavelas, estuches guarda-lo-que-se-te-antoje, lentes, libreros, etc. Bueno ya, en serio, no mamemos. No tiremos más basura en la calle, no hay que ser tan desgraciados. Ni durante el carnaval, ni antes, ni después. Tratemos.