jueves, agosto 31, 2006

DE LICENCIAS (PRIMERA PARTE)

No tengo nave y no sé manejar standard, pero licencia ya tengo. Desde antier. Sólo tienes que pagar una cantidad determinada, dependiendo del tipo de licencia que solicites (A para camiones de carga y vehículos pesados, B para vehículos pesados y camionetas con razón social, C para autos particulares). Después te realizan un “examen médico” que consiste en lo siguiente:

Te sientas en una silla y un doctor que se parece a George Bush y que se encuentra a dos metros te indica: “Tápate un ojo, el que quieras”. Tapé el izquierdo con una especie de cucharita de plástico, como las que dan en las fiestas. Bush se coloca junto a un póster de oculista con letras de diversos tamaños y señala cuatro o cinco. Fallé en las dos más pequeñas. “Ahora el otro” dijo. Volví a fallar en la mitad. Se acerca, te pregunta si regularmente usas lentes. Afirmas, te da una palmadita fraternal en el hombro y dice las palabras mágicas: “estás aprobado”. Inmediatamente firma y asienta en un papel. FULANO DE TAL - EXAMEN MEDICO - APROBADO.

Después entregas tus papeles, te preguntan datos personales, te hacen diez preguntas sobre reglamento vial, te toman la foto y listo. Tienes licencia de conductor. Así funcionan nuestras instituciones gubernamentales. Ojalá existieran licencias de diversas índoles y tuviéramos oportunidad de adquirirlas con procedimientos igual de ineficientes. Por ejemplo, licencias para callar a la gente de la tele, o licencias para multar a los agentes de tránsito que no respetan los señalamientos. Si hasta Bond tenía una para matar.

BREVE NOTA ACLARATORIA.
En el momento de informar sobre mis datos personales, mentí. A la pregunta “¿tipo de sangre?”, respondí AB positivo. En realidad, no recordaba la respuesta correcta y mentí por dos motivos: evitar las fastidiosas vueltas y evitar que Bush se metiera en su papel real de médico y me quisiera evaluar con jeringa. Odio las inyecciones. Ahora con papeles en mano, me doy cuenta que pertenezco al grupo sanguíneo B positivo. Si algún día me accidento y me encuentro desangrando y ustedes llegasen a enterarse, favor de avisar al hospital o a la enfermera que mi licencia para conducir, afirma un tipo de sangre erróneo. Soy B positivo. Sin la A.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Alguna vez mentí en decir mi tipo de sangre, pero no recuerdo cuando...Dicen que es peligroso mentir por aquello de las incompatibilidades de sangre en caso de transfusión.

Que bueno que ya sacaste tu licencia. Ya vas a poder manejar algún carro automático que te presten. Ya aprende a manejar standard!

Anónimo dijo...

Pos a mi a cada rato me dicen mi tipo de sangre, que más tardo en pronunciar que en olvidar..grave error, lo único que sé es que mi sangre, en definitiva, no es azul...

Saludos

Anónimo dijo...

Pues no me sorprende la corrupcion...lo peor de todo es que juegan con tu propia vida al darte una licencia donde indique que tienes cierto tipo de sangre y realmente no lo sea...
Te prometo que me acordare de tu tipo de sangre..!, besos

Anónimo dijo...

ummm suerte que no has ido por un examen ginecológico al seguro no sabes!!!!!!!!!

Oscar Daniel dijo...

cuando yo fui por la mía fue un proceso similar, sólo que no me hicieron las preguntas sobre vialidad, pero ahí estaba bush y el señor que estaba un lugar antes de mi falló casi todas las letras y no hubo pedo y cuando me preguntaron mi tipo de sangre (que no esperaba que hicieran eso) mentí porque no sabía que tipo de sangre era, así que dije "b positivo" porwue sonaba chido y después le pregunté a mi madre qué tipo de sangre era y resulta que le había atinado (aunque me regañó por si algún día me accidentaba). Ahora tiene años vencida la licencia y cuando tengo que manejar algo la llevo conmigo porque tengom licencia para manejar, de que esté vencida es otra cosa. jaja.